Las exportaciones agrícolas de Colombia han experimentado un notable desarrollo, y el año 2022 marcó un hito en este proceso. A pesar de los desafíos económicos planteados por la pandemia de Covid-19, las exportaciones agrícolas no minero-energéticas superaron los 7.000 millones de dólares. La canasta exportadora, encabezada por productos emblemáticos como el café, sigue siendo un motivo de orgullo nacional. Aunque hemos enfrentado desafíos en el escenario internacional, mantenemos nuestra posición como país cafetero.

Con un esfuerzo conjunto de organizaciones campesinas y la Federación Nacional de Cafeteros, hemos logrado consolidarnos como un nicho para cafés especiales, demostrando nuestra capacidad de adaptación y resiliencia.

Lo que más entusiasma, es dirigir la atención hacia las nuevas joyas de nuestras exportaciones. Durante el 2022, las exportaciones de legumbres y hortalizas frescas experimentaron un sorprendente crecimiento del 11%, con ventas que superaron los 26 millones de dólares.

Es relevante destacar este segmento, a menudo eclipsado por los cultivos tradicionales, ya que esta tendencia de crecimiento señala un potencial significativo en la diversificación de nuestra canasta exportadora.

Este éxito no es casualidad. El mercado internacional de alimentos está en constante transformación, y Colombia está bien posicionada para aprovecharlo. China e India, dos potencias emergentes, muestran un creciente interés en la adquisición de hortalizas.

Para contextualizar, China consumió un asombroso total de 89.000 millones de dólares en hortalizas y verduras frescas durante el 2022. Estas cifras nos ofrecen una visión clara del inmenso potencial que tenemos por delante. Además, nuestra ubicación geográfica y diversidad climática nos confieren una ventaja competitiva única para satisfacer las demandas de estos mercados.

El camino hacia la consolidación de nuestras exportaciones agrícolas no es uno que debamos recorrer solos. Entidades como ProColombia y otras instituciones están dispuestas a brindar asistencia técnica y logística para facilitar este proceso.

La creciente orientación hacia las exportaciones agrícolas, centrada en productos como hortalizas, pimentón, frutas exóticas y arándanos, se está convirtiendo en una realidad que no podemos pasar por alto.

Este es el momento oportuno para unir fuerzas y capitalizar oportunidades. La consolidación de líneas de exportación agrícola sólidas está al alcance de nuestra mano. Las cifras hablan por sí mismas, con un tono de entusiasmo y promesa. La decisión de fortalecer este potencial exportador está en manos de agricultores y campesinos en Colombia.